13 de noviembre de 2008

"La función del docente como formador en valores universales"

Por: Octavio Michael Cabrera Jiménez

RESUMEN:

Hoy en día nos encontramos en un país corrompido por la falta de valores universales, el índice de consumo de drogas, de maltrato familiar y otros aspectos similares es cada vez más alto. Es deber de los catedráticos de hoy, transmitir a los alumnos los valores universales a fin de realizar en ellos personas que se desenvuelvan correctamente en la sociedad y forjar a la misma mediante la formación de personas capaces de respetar, tolerar y realizar el desarrollo del país.
Para lograr esto, el catedrático deberá conocer el contexto y calidad de vida de sus estudiantes, deberá utilizar la persuasión y necesitará crear empatía e identificación con ellos a fin de realizar una transmisión de valores universales.



“LA FUNCIÓN DEL DOCENTE COMO FORMADOR EN VALORES UNIVERSALES”

INTRODUCCIÓN:


¿Se puede ser profesor y padre de familia a la vez? Para muchos ejercitantes de la educación quizás esta idea resultaría compleja, hostil y hasta cierto punto, “absurda”. Pero, ¿porqué no pensamos que nuestro país necesita profesionales éticos, formados en principios y valores humanos, que estén fuertemente comprometidos con el desarrollo de su patria y con su propia integridad humana?
Hoy en día, hablar de principios y valores humanos nos resulta en múltiples ocasiones un tema extemporáneo, que suprime la democracia o la libertad de ideas y que hasta cierto punto, subleva la demagogia matriarcal como una ofuscación de la autenticidad o el bloqueo en el desarrollo de la personalidad. Y es que, dada la ambigüedad que se le puede atribuir a dicho contexto, podría indicarse que la libertad de creencias y de ideas que señalan las garantías individuales de nuestra constitución mexicana, prohíben la execración de la manifestación de ideas tal como lo expone el Instituto de investigaciones jurídicas de la UNAM (2008):
ARTICULO 6o.- LA MANIFESTACION DE LAS IDEAS NO SERA OBJETO DE NINGUNA INQUISICION JUDICIAL O ADMINISTRATIVA, SINO EN EL CASO DE QUE ATAQUE A LA MORAL, LOS DERECHOS DE TERCERO, PROVOQUE ALGUN DELITO, O PERTURBE EL ORDEN PUBLICO; EL DERECHO DE REPLICA SERA EJERCIDO EN LOS TERMINOS DISPUESTOS POR LA LEY. EL DERECHO A LA INFORMACION SERA GARANTIZADO POR EL ESTADO. (REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2007.)
Dadas las pautas expuestas anteriormente podemos disertar diversos puntos que favorecen a la libertad de manifestar nuestra propia ideología, lo cual se hace irrefutable; sin embargo, es preciso acotar que lejos de poseer una personalidad auténtica y profesar nuestra propia ideología, los valores humanos y universales concretan, en gran parte, el desenvolvimiento y desarrollo de la integridad emocional del estudiante, ejerciendo, así una influencia considerable en los trabajos académicos y en un futuro, en el propio desenvolvimiento profesional.
¿Qué es un valor universal?
Podría decirse de aquellos que posee y guarda celosamente la comunidad o entorno en el que nos desarrollamos, aquellos que defienden la integridad y no rompen con las pautas que demanda una sociedad para vivir civilizadamente. Barrones (2007) los define como “universales” en torno a que “Son universales porque su cumplimiento es altamente deseable para todos , en todo tiempo y lugar, por ejemplo, la preservación del ambiente o los valores expresados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
Dadas las definiciones anteriores es imprescindible atribuirle vital importancia a los valores universales dentro de la educación, pues la violencia, la corrupción, los problemas sociales, la falta de tolerancia hacia el prójimo y la falta de afinidad social sin respeto alguno, son algunos de los conflictos que aquejan a nuestra sociedad, misma que demanda urgentemente un cambio en la educación familiar y en la mentalidad de los mexicanos.
No es necesaria la opresión ni la intransigencia, pues al proponerlas se contradiría el objetivo de este texto; por otra parte, se puede orientar al alumno a tomar mejores decisiones que convengan a su integridad y a su desenvolvimiento profesional sin necesidad de quitarle sus garantías individuales. La persuasión, comunicación y la relación que exista entre el docente y éste último podrían ser óptimas medidas para promover los valores que beneficiarán su caminar académico.

DESARROLLO:
EL PAPEL QUE EL DOCENTE JUEGA COMO FORMADOR.

Una de las funciones primordiales que tiene un docente es la de instruir al alumno en las diversas tareas académicas, científicas y de otras vertientes dentro del campo educativo.
Sin embargo, es menester de los docentes fungir como transmisores de conocimientos, pero también lo es ser promotores y formadores en valores humanos, pues éstos últimos ciñen al desarrollo personal como base del desarrollo profesional.
Como lo menciona Mercado (2004) en el desarrollo y realización de los valores el maestro (a) tiene un papel fundamental pues el grado de participación y la manera en que plantee la reflexión acerca de los valores con sus estudiantes, permitirá que éstos asuman críticamente y en contexto su realización
Siendo así, es preciso agregar que la formación en valores universales cambia el panorama social de nuestro país; si fungimos correctamente como formadores podemos orientar al alumno a tomar mejores decisiones que encaminen su desempeño como profesional y ciudadano. Esto dirige el papel del docente hacia dos vertientes:
1.- Formar profesionales en conocimientos y valores que se desarrollarán plenamente en su entorno, y
2.- Mejorar las condiciones sociales de ese mismo entorno (nuestro país) mediante la formación misma que se da a los estudiantes en los valores universales.
En este aspecto el profesor debe agregar un especial empeño a la formación y orientación del alumno. Magni Silvano (2008) afirma que:
Para triunfar en la docencia se necesita ser docente, quién debe ser, con todo el sentido y profundidad del término, “MAESTRO”. Porque su acción no se limita a enseñar, sino que también educa. Se puede enseñar con las palabras, pero se educa con el testimonio de vida diario, es decir: con lo que hacemos. Lo que implica un compromiso integral del docente con sus alumnos. Ello significa, que debe conocer, analizar y comprender la realidad educativa para intervenir en dicha realidad mediante el diseño, puesta en práctica, evaluación y reelaboración de estrategias adecuadas, para la enseñanza de contenidos a sujetos específicos en contextos socioculturales determinados.
En esta última parte, el autor nos da una pauta a considerar respecto al contexto que el catedrático debe comprender para persuadir y difundir los valores universales. Primeramente, éste debe considerar puntos importantes que determinan la conducta social mexicana. Muchos de estos tienen que ver, en gran parte, con la mentalidad general de nuestro país: costumbres, tradiciones, religiosidad o por las ideologías que prevalecen en cada sector geográfico de México, si bien existe un panorama de estadísticas que imprimen la realidad de los estudiantes y demuestran parte de su educación.
Es preciso acotar que la problemática que aqueja a los estudiantes mexicanos sobre la ausencia de valores universales se debe en gran parte a la formación que se les da en su familia. La violencia intrafamiliar, abuso sexual, maltrato psicológico y otros aspectos relacionados con este rubro, son algunos ejemplos de factores que influyen en la personalidad del menor. A continuación muestro algunas estadísticas de maltrato a menores en México del año 2002 al 2004, de acuerdo a cifras de Desarrollo Integral de la Familia (DIF):
Tipo de maltrato
2002 a
2003 a
2004 b
Físico
31.0
29.2
23.7
Abuso sexual
4.9
4.4
3.8
Abandono
6.4
8.4
7.7
Emocional
20.6
27.0
21.1
Omisión de cuidados
23.2
27.7
27.6
Explotación sexual comercial
0.3
0.2
0.2
Negligencia
13.4
8.6
8.3
Explotación laboral
1.1
0.8
0.8



Estas estadísticas nos muestran en parte, un perfil general de los estudiantes, su psicología, problemas y actitudes que pueden ser consecuencia del maltrato que sufren en sus familias. Esto se puede apoyar según lo que nos menciona Sevilla (2008): Al revisar las causas de la violencia intrafamiliar también se hace importante identificar qué tipo de efectos tiene dicho fenómeno, entre los que se encuentran: la disfunción de la familia, el distanciamiento de sus miembros y las mutaciones en su comportamiento o actitudes mentales. Los efectos pueden ser clasificados en: psicofísicos y psicosociales, específicos y genéricos o generales. Teniendo como muestra esta última clasificación se puede sostener que una gran parte de las causas en la falta de valores universales se debe al maltrato familiar.
En evidencia de estas investigaciones y de la realidad misma que prevalece en nuestro entorno, no dejando atrás otros problemas como el alcoholismo, la drogadicción, la promiscuidad, la violencia y otros factores, debemos concienciar sobre la situación que adolece a los menores de edad. ¿Por qué? El catedrático debe estar plenamente consciente de estos problemas y tomarlos como puntos de referencia para ejercer una orientación y conciencia en torno a los valores universales.
Ahora bien, estos son algunos aspectos que debe asumir el docente en su papel de formador, pero, independientemente de centrarse en los problemas personales del estudiante, ¿Qué tan importante es difundir los valores teniendo como ejemplo a nuestra persona?

a) Transmisión de valores mediante el ejemplo personal.

Schunk (1989) afirma que:
Los modelos son influencias importantes en la auto-eficacia de los estudiantes y aunque atienden y emulan al maestro a despecho de las disparidades en atributos y competencia, la observación del éxito de sus compañeros se presta mejor a fortalecer la auto-eficacia, especialmente entre los que tienen bajos rendimientos y dudan de que puedan alcanzar el nivel de pericia del profesor. Es posible que los estudiantes con problemas de aprendizaje o se sientan muy aptos si tienen por modelo a un maestro impecable, pero se sentirán capaces de aprender si observan a sus compañeros.
Dadas estas pautas podemos aseverar que el modelo fehaciente para el alumno adolescente o que ejerce sus estudios en el nivel básico y medio es el que ofrece una empatía a su nivel intelectual y afectivo, según nos lo señala el autor, en este caso este modelo lo pueden asumir los compañeros de clase; Sin embargo, el profesor puede causar este tipo de empatías depende de la actitud o postura que tome para con sus educandos.
En una primera coacción, el docente debe asumir su papel como formador y debe realizar un autoanálisis. Es necesario que realice evaluaciones de sus aficiones, costumbres, lenguaje y diversos aspectos que integran su personalidad para lograr un adecuado análisis o evaluación de sus alumnos. “Antes de tomar decisiones repentinas es necesario evaluarlas, saber cuan eficientes pueden ser nuestras reacciones, cuanto podemos llegar a solucionar un conflicto, analizando aquello que consideramos alguna vez un problema o una situación desagradable”. (Balderas, Ofelia 2007).
b) Relación y comunicación entre el catedrático y el alumno
Para transmitir valores con eficacia se considera que debe haber una empatía entre el alumno y el docente, y precisamente esta surge a partir de la actitud del profesor y su autoanálisis como ya lo hemos visto anteriormente. Según lo que nos ha citado Schunk (1989), los estudiantes adoptan sus modelos según sus afinidades, que por lo regular, obtienen de sus compañeros.
Imaginemos que un catedrático suprime su imagen tradicional de represor e intransigente y se convierte en un amigo que trata de ayudar a sus semejantes. ¿No sería más factible?
No se trata de reducirse al nivel intelectual de un alumno, sino de comprender sus problemas, sus aficiones, de identificar sus vocaciones, sus inquietudes y preocupaciones. Como todo ser humano, un menor de edad suprime en su mayoría, los problemas que tiene en casa, y en su entorno ajeno a la escuela.
En este rubro, Urra, J. (2008) nos expone que:
Los niños entre 11 y 12 años perciben que callan cosas que no deben hacer pero hacen, aunque a los 15 y 16 años lo que ocultan son problemas y preocupaciones: no cuentan las relaciones y el sexo, ocultan que hacen botellón y beben alcohol, no hablan de las malas notas de clase y las chicas callan sobre todo sus relaciones de noviazgo. Los padres callan también prioritariamente a los hijos cuestiones familiares y personales por no preocuparles o porque creen que no alcanzarían a entenderlas. Aquí entran los problemas de económicos, laborales, problemas de pareja, secretos de familia, temas sobre sexualidad que callan ante los hijos por vergüenza, por inseguridad, por considerar que de eso debe ocuparse la escuela.
Ahora bien, en este aspecto el profesor sí puede intervenir en la estructura cognitiva del alumno sin ofuscar su integridad o sus garantías individuales utilizando como herramienta la persuasión y el compañerismo como un rubro de empatía. Así, el docente crearía entre él y el alumno un clima de confianza, logrando así una mejor relación y una transmisión de valores humanos universales.
Por lo tanto, se podría decir que en estos últimos puntos el catedrático puede tomar medidas de persuasión sin la necesidad de llegar a la opresión y la intransigencia; en cambio, se puede guiar hacia una orientación basada en la afinidad e identificación personal con el alumno, convirtiéndose así en un líder de opinión que transmite valores universales como cimiento del óptimo desarrollo profesional y humano.



CONCLUSIONES:
ASPECTOS QUE ASUME EL DOCENTE COMO FORMADOR Y EDUCADOR
Se pueden realizar disertaciones en torno a las diversas vertientes de la educación. Existen miles de cuestionamientos en torno a la ambigüedad que implica hablar de ética y valores; sin embargo, las estadísticas muestran que la mayoría de estudiantes definen su personalidad y determinan sus valores en base a la educación y el trato que se dan en sus familias, por eso es preciso señalar que el catedrático debe asumir aspectos que pueden ayudar a la transmisión de valores:
Debe realizar un autoanálisis psicológico para determinar sus propios valores y ejemplificarlos. Asimismo deberá concienciar en la importancia que debe atribuírsele a los valores universales como elemento de desarrollo personal y colectivo.
Tendrá que estudiar el nivel sociocultural y afectivo de los estudiantes
Debe crear una empatía entre el alumno y el docente.
Tendrá que vincularse con padres de familia a fin de crear una red de apoyo mutua.
Finalmente deberá poner en práctica la transmisión de valores ejemplificada y argumentada por medio de la orientación y la persuasión.
Estamos en una época de grandes problemas sociales. Cada vez existe más tráfico y consumo de drogas, más inseguridad debido al garrafal índice de delincuencia, corrupción, violencia intrafamiliar, prostitución y un sinnúmero de factores que denigran la integridad del individuo y del entorno en el que nos desenvolvemos. Al precisar que es menester de un catedrático asumir su papel como formador, podría concluir que es una tarea infalible para éste ser un profesor ético que se preocupa por la buena educación de sus alumnos y como buen ciudadano, pues al formar profesionales capaces y formados en valores cumple con su tarea profesional en la ética de sus enseñanzas y con la realización de construir un entorno idóneo formado en valores universales.


REFERENCIAS:

Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México (2008) Articulo 6 Constitucional, Capítulo I de las Garantías Individuales. Recuperado el 1 de octubre de 2008 en: http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/7.htm?s=

Berrones, J.D. Modelo de desarrollo humano. Recuperado el 18 de abril de 2007 de http://www.monografias.com/trabajos10/modes/modes.shtml#que

Mercado Cruz, Eduardo (2004) Los valores y la docencia de los maestros puestos en escena, en Revista Tiempo de educar, vol. 5 núm. 10, pp. 135-158, Universidad Autónoma del Estado de México.

Magni, R. (2008) Rol docente en el tercer milenio. Recuperado el 22 de octubre de 2008 de http://www.educar.org/articulos/roldocente.asp

DIF (2004) Porcentaje de menores atendidos por maltrato infantil, por tipo de maltrato, 2002, 2003 y 2004. Recuperado el 27 de octubre de 2005 de http://www.e-local.gob.mx/wb2/ELOCAL/ELOC_Menores_atendidos_por_maltrato_infantil_distr
Sevilla, A. (2008) Causas, efectos y fases de la violencia intrafamiliar. Recuperado el 5 de septiembre de 2008 de http://www.monografias.com/trabajos34/violencia-intrafamiliar/violencia-intrafamiliar.shtml#efectos
Schunk, D. Teorías del aprendizaje. Recuperado el 8 de noviembre de 2008 de http://books.google.com.mx/books?id=4etf9ND6JU8C&pg=PA315&lpg=PA315&dq=estudiantes+toman+como+modelo+a+los+maestros&source=web&ots=s0GlWd2Ar7&sig=zBs1O_MzjNj8QF_WhtZO1ahMQT4&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result
Balderas, O. Autoanálisis. Recuperado el 29 de septiembre de 2007 de http://psicologaobalderas.blogspot.com/2007/08/autoanalisis.html

Urra, J. Qué ocultan los hijos y qué callan los padres. Recuperado el 11 de septiembre de 2008 de
http://www.diariodenavarra.es/20080911/culturaysociedad/que-ocultan-hijos-callan-padres.html?not=2008091100565757&idnot=2008091100565757&dia=20080911&seccion=culturaysociedad&seccion2=culturaysociedad&chnl=40

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