7 de agosto de 2008

Hacia una mentalidad "Tecno- Educativa"

HACIA UNA MENTALIDAD “TECNO-EDUCATIVA”.

Actualmente nuestra educación se ha visto severamente afectada por las diversas problemáticas sociales, psicológicas y económicas.
Un sinnúmero de estudiantes asisten a sus aulas con el fin, en la mayoría de los casos, de obtener una calificación satisfactoria que requisite la encomienda que los padres le atribuyen a los mismos o por simple obligación, dejando en última instancia, la superación personal y profesional que en años posteriores facilitarán un desarrollo económico y social en la vida de ellos.
Desde años anteriores nuestra educación se ha visto como algo obligatorio, presionante y en ocasiones hasta tedioso porque sin duda no se ha llegado a fomentar un interés por el descubrimiento del conocimiento y la experimentación o aplicación del mismo en nuestras actividades cotidianas. Asimismo, el estudiante se ha forjado una mentalidad deficiente y casi abstracta de lo que implica la adquisición de conocimientos que le servirán en un futuro.
Es por eso que a nuestro entorno le urge un cambio avanzado en cuanto a la educación se refiere.
Vivimos en una sociedad que ha sufrido un enorme impacto en su desarrollo tecnológico. El uso de las computadoras y la utilización de la comunicación virtual han llegado a ser más que una moda, una necesidad básica en la vida de la gente.
Siendo así, es evidente que el uso de la tecnología ha incentivado a niños y jóvenes a descubrir y abrirse nuevos horizontes por conocer, pues el uso de la comunicación visual, los esquemas y formatos les han permitido con facilidad y acierto muchas de las actividades que requieren en la escuela; no obstante, es preciso aclarar que muchas fuentes del conocimiento son más viables como consulta bibliográfica, pero sin duda la ayuda virtual y “visual” es muy conveniente en la comprensión de múltiples temas escolares.

El niño y la exploración de su mundo.

En su libro La máquina de los niños, S. Papert nos ejemplifica la inquietud de una niña por plantearse la cuestión de cómo duermen las jirafas pese al extenso cuello que poseen y nos contextualiza hacia una verdadera exploración e interés por descubrir y aprender de las cosas que nos interesan.
Este ejemplo nos lleva a deducir que hasta las cosas más simples que en ocasiones nos preguntamos van más allá de una consulta bibliográfica y un plan de estudios obligatorio, pues necesitamos de un conocimiento no grabado, calificado o sistemático, sino de un conocimiento aplicado a nuestro mismo entorno y a las actividades que realizamos. Este autor nos pone de ejemplo también a los niños pequeños que no necesitan de una instrucción paternal para adquirir sus conocimientos básicos pues según sus necesidades de aprender se ven obligados a explorar su mundo, tal como lo expone Piaget en su teoría de desarrollo cognoscitivo el cual lo divide en cuatro etapas en la que el niño desarrolla en cada una de ellas una nueva forma de operar.
Desde la infancia los niños se familiarizan más con las imágenes, sonidos y nuevas formas de crear, por ejemplo, realizando un dibujo de su familia, de su entorno o de los problemas que sufre en ese momento. Por eso es importante tomar en cuenta todo ello para llegar a él mediante un método más atractivo y en el cual se le facilite más llegar a los conocimientos que forjarán su vida profesional.
Es entonces cuando hablar de tecnología y educación nos resulta aún más interesante, pues dada esta necesidad de satisfacer una inquietud de manera más visual y atractiva entramos en un sinfín de descubrimientos que un sistema operativo nos puede brindar.

La tecnología como herramienta de la educación.

Hoy en día hablar de las computadoras resulta muchas veces hostil y complejo y en cuanto a educación se refiere se llega a entrar en un clima polémico. En el primer capítulo del libro Docencia Universitaria, Volumen II, Año 2001, Nº2,
http://www.sintesis.com/, Julio Cabero nos define a la Tecnología Educativa (TE) como “una disciplina integradora, viva, polisémica, contradictoria y significativa de la educación” y es que al decir que la tecnología educativa es “contradictoria” podemos pensar que aún no se ha llegado a aceptar a ésta como una herramienta viable para mejorar la educación del niño o el joven y hacerla más sugestiva.
Debemos estar conscientes de que las nuevas tecnologías nos exigen una mente abierta a nuevos descubrimientos y a una educación vanguardista que va más allá de la lectura y consulta de libros. En la actualidad los niños y jóvenes son vulnerables a lo tangible, a lo visual. Ellos nos exigen una forma más atractiva y digerible de enseñar un tema escolar. La educación incipiente no nos daña en lo absoluto; sin embargo, es factible acompañarla de estas nuevas tecnologías que influyen a nuestra sociedad.
Es muy importante aseverar que las problemáticas que aquejan a la sociedad como la situación del país y la mentalidad de sus habitantes se va heredando de un ciclo enviciante de costumbrismos y mentalidades arraigadas que muchas veces nos llevan a conformarnos en una ignorancia y una “estabilidad socio-económica” y en múltiples ocasiones no nos preocupamos por abrir nuestra mente hacia nuevas formas de descubrir que podemos hacer un cambio a nuestro entorno utilizando óptimamente como herramientas a las nuevas tecnologías educativas.
Vivimos en un mundo en el que los medios de comunicación audiovisual y las computadoras nos influyen de manera tal, que adoptamos líderes de opinión y consumimos los que estos nos ofrecen gracias al buen manejo de la mercadotecnia y la gestión publicitaria. Podemos utilizar estas herramientas como una forma positiva de educar y transformar a la sociedad y dejar de ser solamente “anhelantes” de un megacambio como lo define Papert, hacer que los medios de comunicación nos lleven a un cambio de mentalidad enfocado al positivismo y al interés por adquirir los conocimientos que en un futuro nos ayudarán a desarrollarnos como profesionales y ayudarán a nuestro entorno a desarrollar su cultura.

REFERENCIA:
Papert, S. (1995) La máquina de los niños. Replantearse la educación en la era de los ordenadores, Barcelona: Paidós.

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